ஐ~La Mezcla de los Colores~ஐ (Privado-Quedate fuera, ¿capisce?)

Vale, sí, sin duda detestaba los lugares atestados de gente. Probablemente la habían traumatizado ya antes, cuando en su pueblo solo la miraban con recelo y se alejaban cuanto antes y le daban siempre la espalda. Pero eso no era lo que hacían ahí, en cambio, los mercaderes de la plaza y las personas que felizmente hacían sus compras como cerdos despilfarradores al verla pasar de lado, vestida con sus ropas extravagantes no hacían más que mirarla con una ceja alzada. Lo cómico entre todo, era que pensaba en lo que haría Deino con todas esas personas, y al reírse por lo bajo con su risita cantarina, la veían peor.

De todos modos, por ahí vendían cosas realmente interesantes. Saiko se preguntó que tan atentos estarían los vendedores y si podría llevarse algo "prestado" sin que se dieran cuenta. Se encogió de hombros y siguió recorriendo la plaza con aspecto distraído, pero prestándole mucha atención a todo.
-Oh, oh, ¡dulces~~! -canturreó al ver un puesto que sin duda, vendían dulces de todo tipo. Sus ojitos parecían brillar al verlos. No es que fuese una completa aficionada a los dulces, pero desde hace tiempo que quería goma de mascar. Se acercó dando saltitos al puesto y se quedó inspeccionando el puesto. Después de un intercambio de palabras un poco infantil con el vendedor, se alejó con cara de niña regañada porque el señor le dijo que si no tenía dinero, que se fuera, pero una vez estuvo lejos comenzó a dar saltitos otra vez.

-Baka~~ Aquí tengo lo que quería -rió, abriendo la envoltura tu una de las gomas de mascar que había tomado sin que se diera cuenta-. ¡Es de cereza! ¡Yum~! -Llevó el chicle a su boca y comenzó a mascarlo, disfrutando de su sabor. Miró de nuevo a su alrededor, como si buscara algo o alguien, pero no había nadie. La verdad, le habría gustado molestar a alguna persona, pero no quería ponerse hablar con esa gentucha que en algún momento, iba a terminar matando.

Se habia perdido de nuevo entre la gran multitud, odiaba eso, tener que ver al rostro a tantas personas desconocidas, que, peor aun, eran humanos, aquellos malditos y asquerosos humanos que tanto odiaba. Por ello que casi no acudiece al pueblo, unicamente para robar algo que realmente necesitace, y por lo general era con reiko, pero se habia perdido de su lado, asi que le tocaba ir sola entre tanto fastidioso "animal".
Camino a paso firme, chocando de vez encuando con algunos que le reclamaban en el camino, en respuesta, solo sonreia en modo de burla y continuaba su camino.
Aquella era la gran plaza central, llena en rededor de comercianes y compradores compulsivos, que aveces se arrebataban las cosas de las manos, un espectaculodigno de ver entre animales.
Bufo con desagrado mientras se hundia entre la oleada de gente. Canzandose al fin y terminando por empujarles. Entre la gran trifulca, nadie notaba nada, habia de todo, entre golpes, gritos y arrebatos. Solo pelear.
Golpeo a un chico con el codo y este se giro a reclamar, ella tomo por el lado derecho sus gafas oscuras y las levanto levemente, para descubrir su violeta mirada, le guiño el ojo y se devolvio para seguir su camino, aquel tipo, no alcanzo a decir mucho, pues era tragado por la gran muchedumbre.
-Agh, que chocantes son estas personas, odio venir aqui, reiko se fue y ahora tengo hambre, ash! -Se reclamo asi misma mientras ahcia un tipo de berrinche, pero no ganaba nada con solo reprocharse por terminar sola.
Miro al rededor, para ubicarse y poder tomar algo para comer, puesto que aun no planeaba nada para sus futuros planes, debia arreglarselas.
-Mmmm, ¿Que sera bueno?-Se pregunto mientras sostenia su menton, luego se volvio y dando un giro rapido, para ver al otro lado, termino golpeandose de nuevo con alguien mas. Era una chica de cabello violeta y peinado extraño, no recordaba haberla visto antes, pero no le importaba de igual modo.
-Agh! ¿A caso no puedes mirar por donde vas?! -Grito algo exaltada, ya se habia cansadod e tanto golpe, ademas del calor que sentia y la multiud que tanto odiaba, le habian hecho perder el juicio un momento.
Luego reaxiono debido al sobre salto, no le combenia atraer la atencion de la gente en rededor, asi que respiro hondo e intento calmarse, miro de reojo al rededor para asegurarse de que nadie le mirace.
-Solo, mira por donde vas ¿ok? -Dijo llevandose las manos a la cintura,mientras arqueaba una ceja y miraba a la chica extraña.

Siguió caminando por aquella plaza estúpidamente atestada de gente estúpida, cuando, mientras caminaba viendo hacia los lados, chocó con alguien. Ni se percató de que lo había hecho hasta que reaccionó con el grito exaltado de la muchacha, que, pensó, fue un poco exagerado. La miró abriendo muchos sus ojos violetas, porque no era manera de hablarle si la culpa era de ambas, primero de ella por voltearse así, y también de Saiko que de veras no había prestado atención a donde caminaba. Cuando se recompuso la otra chica, Saiko ya la miraba con una ceja alzada, haciendo una burbuja con su goma de mascar, que explotó justo cuando le dijo que mirara por donde iba. La observó de pies a cabeza, examinándola.

-Vale -le dijo tal calmada que podría haber irritado a cualquiera- eso haré -De todos modos tenía razón, no debería ir tan distraída en un lugar como ese, menos si Deino estaba lejos. Se mantuvo tranquila por unos instante, pero cuando pareció volver a la vida, lo hizo lentamente, como una muñeca a la que le han dado poca cuerda-. ¿Goma de mascar? -le ofreció, sacando un pequeño envoltorio de uno de los bolsillos de su falda extravagante, extendiendo la mano a aquella chica de cabello grisáceo-. Oh, jo, mira, ¡ese es de uva! -comentó con tono misteriosamente alegre mientras miraba la goma de mascar en su mano extendida hacia la chica desconocida.

La verdad era que esa clase de persona era la que le molestaba un poco bastante, puesto que siempre la había irritado que le hablaran en ese tipo de tono cuando ella no había hecho nada malo, pero... algo le decía que no debería juzgar al libro por la portada, ni tampoco por el primer capítulo, quizá fuese diferente a todos aquellos humanos llenos de prejuicio que las rodeaban.
Volvió a hacer una burbuja con su goma de mascar, y cuando explotó y volvió al interior de su boca, una sonrisa ladina estaba plasmada en su rostro, ofreciéndole así una imagen bastante curiosa de la pelivioleta a la chica desconocida.

La extraña chica, habia aceptado la llamada de atencion por parte de ella, o eso parecia. Lo habia aceptado todo bastante bien y tranquila, al menos en esta ocaison, no habia tenido la necesidad de seguir peleando como de costumbre a cuando era mas pequeña, en que peleaba cn todo aquel que se metiera cone lla y con reiko, aun cuando ya habia salido muy herida en mas de una ocasion.
Luego y casi en seguida, le ofrecia goma de mascar. ¿como era posible esto? realmente era una de las personas mas extrañas y extravagantes que habia conocido en su vida.
-Va-vale.
Acepto la goma de mascar casi sin opocision, y es que ahora tenia algo de hambre y quiza asi podia distraer un poco a su estomago, al parecer era del sabor preferido de la chica, tanto que le hacia albedrio aserca del sabor "uva".
Tomo la goma de mascar y la guardo en su bolsillo para despues, asi igual y podia compartir un poco con reiko despues, seguro que ella tampoco habia comido nada.

Ya era hora de "tomar" algo para comer y debia darse prisa, no queria que despues su estomago hiciera sonidos extraños como de querer atacar al primero que se le cruzara en camino, incluyendola a ella.
Miro al rededor de modo disimulado para ver que podia saciar su apetito.
Puso la mirada en un puesto de frutas variadas que un vendedor bastante mal humorado atendia, tanto que incluso gritaba a su pupilo.
-Tsk!
Dejo que sus labios dibujaran una sonrisa un tanto burda ara el vendedor.
-Disculpa, debo ir a conseguir comida a menos que claro, quieras acompañarme a "conseguirla", por que, si que he notado como obtuviste aquella goma de mascar.
Y era cierto, meintras caminaba entre los desagradables humanos, una chica como ella de extravagante no era dificil que pasara desapercibida entre todos, y aun siendo tana gil, fue facil verle y quiza ayudarle discretamente a que otros no le viecen hacerlo.
De igual modo, quiza ella era parecida a reikoy a ella, a tal grado que obtenia la comida como ellas. Era un mundo dificil para todos.
-¿Que dices? ¿Vienes para ayudarme?

Soltó una risita cantarina al ver como la muchacha desconocida aceptaba la goma de mascar y luego la guardaba en su bolsillo. Quizá quería dejarlo para después, a fin de cuentas, ¡la goma de mascar molaba! Había que dejarla para ocasiones especiales, sí señor.
Siguió la mirada disimulada de la otra chica de forma no disimulada, y tras notar lo mismo que ella soltó un pequeño bufido. El hombre no tenía derecho de gritarle así al chico, no, no. Si Deino estuviese por ahí, le habría arrancado la cabeza al vendedor...no, un momento. Si Saiko no quisiera pasar desapercibida (cosa que probablemente no logró) ya le habría arrancado la cabeza al vendedor. Sí, sí, esa era la oración correcta. Volvió a mirar a la muchacha cuando le habló, alzando una ceja de forma quizá un poco burlona.

-Ne, ne, ojou-chan, ¿necesita mi ayuda? -llevó un par de dedos a sus labios, en un gesto de picardía. Luego soltó una risita y llevó esa misma mano a su cabello violeta, y lo despeinó un poco, haciendo que la parte que tenía rizos rebotara ligeramente. Suavizó su expresión, con una sonrisita inocente-. ¡Haaaai~~! Vamos, vamos, te ayudaré, conseguiremos algo... ¡Podemos tener un picnic! -le respondió con una sonrisa algo socarrona.
Se añadió, obviamente, en la oración, porque tenía muchas ganas de comer comida de verdad y no solo goma de mascar, que por cierto, comenzaba a perder sabor. De todos modos, esa era la razón por la que estuviese en esa plaza llena de gente molesta, buscaba algo con lo que alimentarse, mientras Deino-chan estaba de caza, también.

Miró a su alrededor, casi ansiosa, haciendo burbujas con su goma de mascar de cereza, buscando un puesto que tuviese algo que le llamara la atención. La verdad es que tenía un antojo de pescado; ¿habría pescado por ahí? Si no. quería ciruelas, ciruelaaaas, ciiirueeelaaas.
-Entonces, ¿qué buscas? Puedo encontrar lo que sea -le dijo a la chica a la cual seguía sin saber su nombre. Entrelazó las manos por la espalda, en un gesto inocente. Muchas personas a su alrededor no se imaginaban de lo que podía ser capaz esa extraña muchacha de cabello violeta.

La chica en serio no pasaria desapercibida nunca, le tomo por la muñeca derecha y la llevo a una orilla done entre dos de lso locales ya vacios, hacian un escondite perfecto.
Los grandes y curpulentos hombres pasaban frente a la calle, arrastrando la cola traz las mujeres que se hacian irresistibles ante ellos, mostrando y luciendo el cuerpo semi-desnudo.

-Que asco! -Dijo desde su lugar meintras ocultaba a la chica para que no las viecen.

-Primero, no hagas tanto escandalo, segundo debes aprender el significado de "Pasar desapercibida" tercero no habra dia de campo y cuarto, usaremos la estupidez humana para obtener la comida. ¿Entiendes? -Finalizo llevandose de nuevo las manos a la cintura y ladeando levemente su cuerpo, luego se pego a la orilla de la pared, su figura enmarcada por rayos de rol que irrumpian dentro del espacio, apagando en principios la poca oscuridad que les cubria, cosa que no afecto mucho puesto que las gafas le cubrian de la luz.

-Tenemos que usar todo a nuestro favor y creo que ya se como...-Le dijo sin dejar de mirar al rededor, era una vista divertida, admirando al humano sonreir en su vaga estupidez.

-¿Lista? -Pregunto volviendose para mirarla, deseando que dejara al menos por un momento aquella tan exuverante sonrisa llena de escandalo, cuando menos lo necesario para obtener algo para comer, antes de que ambos estomagos hiciesen suficiente ruido como para atraer toda la atencion.

Acomodo el cabello que se habia ido al frente, hechandolo hacia atraz con la mano izquierda y recuperando una pocision quiza demaciado presuntuosa ante la chica.

-Es momento de reir a sus espaldas -Se mofo en soledad, dando se cuenta despeus de la actitud de "loca" que comenzaba a adquirir. Se aclaro la garganta y recobro compostura.

-Solo vamos y ya...

Una mueca de desagrado apareció en su rostro cuando fue llevada hasta el callejón. Bah, en la calle, de todos modos, nadie iba a verlas, así que no veía el problema de hablar donde a fuera o adentro. La mueca siguió en su rostro cuando notó a aquellos hombres. Le desagradaba la gente así. Le desagradaba la gente en general. Eso bastó para ponerla de mal humor, así que cuando la chica comenzó a reprenderla, la miró con un rostro un poco bastante molesto.

-Nee, decía que podía encontrar cualquier cosa... No estaba haciendo un escándalo. ¿Quieres saber que es hacer un escándalo? -Se cruzó de brazos, frunciendo un poco el entrecejo. Y de todos modos, ¿qué tenía de malo un día de campo? Cielos...
Saiko era capaz de aguantar a algunas personas si le caía bien, pero hasta ella tenía sus propios limites.

Mantuvo los ojos entrecerrados puesto que el cambio de sol extremo a oscuridad le afectó un poco en su vista, pero su enfado ya se estaba esfumando de forma gradual; nunca le duraba mucho, y tenía que tomar en cuenta que la chica que tenía frente a ella era bastante extraña y tendría que soportarla un poco. De todos modos, para conseguir comida estaba bien un poco de ayuda.

-Lista -respondió con tono desinteresado, encogiéndose de hombros, cuando le preguntó si lo estaba. Hizo una burbuja con su goma de mascar otra vez en el justo momento en el cual escuchó que decía 'es momento de reir en sus espaldas'. Sinceramente, Saiko no supo que pensar de ello. Que chica más rara... ¡genial!.
Alzó una ceja y sonrió de forma burlona. Llevó una mano a su cabello y volvió a agitarlo, haciendo que algunos bucles rebotaran.

-Deberíamos tener nombres clave, porque no nos hemos presentado, y será por algo ¿no? ¿Que tal si tu eres fresa hilarante y yo roca castañosa? Entonces nos llamaremos cuando consigamos lo que sea que queramos conseguir. -Le sonrió de forma un poco extraña; el tono de burla en su media sonrisa no había desaparecido, pero había un toque de demencia en el aspecto que Saiko daba en general a la chica. Por supuesto, no estaba demente, solo lo estaba aparentando. ¿O no?